10 comportamientos indispensables en los alemanes

Los alemanes tienen reglas claras para muchas situaciones de la vida cotidiana. En esta lista le decimos qué comportamientos son normales entre los alemanes..

Entschuldigen Sie, bitte!

Literalmente: «disculpe usted, por favor». Al chocar con una persona extraña, o cuando se pregunta cómo llegar a un lugar, esta frase nunca falla para comenzar el diálogo. La versión corta es «Entschuldigung», o «disculpas». A manera de disculpa por un pequeño inconveniente, suele usarse un simple «sorry». Muchos alemanes usan esta palabra inglesa, pero de manera informal, para pedir perdón.

Apretón de manos

Los alemanes se dan la mano de tal manera, que parece un deporte. El apretón es la norma al saludarse por primera vez, así como para una felicitación formal o la firma de un contrato.

Tampoco se descarta dar la mano en saludos normales, o al felicitar a alguien por su cumpleaños. A veces, incluso los niños se dan la mano entre ellos.

¿Besito o abrazo?

Cuando la situación es más informal o personal, no se saluda con un apretón de manos sino con besos. Normalmente son dos, pero según la ocasión, puede ser uno solo. Pero esto es solo si se conoce muy bien a la otra persona. En Alemania, los abrazos son solo para los amigos cercanos y la familia.

Romper el «turrón»

La manera de dirigirse a los demás en Alemania depende de si se conocen del ámbito formal o del privado. En principio, en Alemania uno se dirige a los demás con un amable «Sie» (usted). El informal «Du» (tú) se usa sobre todo en el ámbito privado, preferentemente entre personas de la misma edad, o entre jóvenes. Con personas de mayor edad, se puede «romper el protocolo» solo si se ofrece hacerlo.

¿Quién habla?

El amable «Sie» (usted) también se usa en las llamadas telefónicas. Lo primero es presentarse: «Guten Tag, mein Name ist…» («Buenos días, mi nombre es…»).

Así, no hay que sorprenderse si el interlocutor no dice simplemente «Hallo?» al descolgar, sino que se presenta con su nombre completo o su apellido. Esto es muy práctico. Así sabe uno de inmediato si marcó el número correcto.

Toc, toc

Tocar a la puerta para anunciar que se ha llegado, es algo que seguramente no inventaron los alemanes. Pero sí tienen su propio estilo. Si se toca a la puerta de un hogar, se espera a que abran. Pero si, en cambio, se acude a una cita médica, uno toca la puerta y la abre para anunciar su llegada. A menudo sigue una indicación de qué hacer. La costumbre es similar en las oficinas.

Dímelo con flores… (Comportamientos alemanes)

En Alemania se acostumbra llevar regalillos cuando uno acude a una invitación. Lo usual es llevar una botella de vino, chocolates o un ramo de flores al anfitrión. Esto último es costumbre, aunque el invitado no conozca muy bien a quien lo recibe.

Las flores también se usan en Alemania como gesto de agradecimiento, o como regalo de cumpleaños.

La puntualidad es sagrada

La puntualidad es uno de los valores más conocidos de los alemanes. Para encuentros formales o juntas de trabajo, es absolutamente indispensable. En privado, la impuntualidad solo se le perdona a amigos muy cercanos, en ciertas situaciones. Llegar más de 15 minutos tarde es una falta de respeto. Por eso, es mejor notificar de la tardanza cuanto antes, y disculparse por anticipado.

La puntualidad es sagrada

¡Ustedes se quedan afuera! (Comportamientos alemanes)

Los alemanes se descalzan con frecuencia, naturalmente, solo en el ámbito privado. Por ejemplo, al ir de visita. En esas situaciones, el calzado se queda a la entrada o, cuando afuera está mojado y hay mucho lodo, sobre el tapete de bienvenida. Así que es importante llevar siempre puesto un buen par de calcetines. El anfitrión seguramente agradecerá el no tener que limpiar huellas indeseables.

Ustedes se quedan afuera

Modales en la mesa

En Alemania, poner las manos sobre la mesa (de ninguna manera los codos) es visto como señal de buena educación. Los cubiertos tienen un papel muy definido: el tenedor va en la mano izquierda, y el cuchillo, en la derecha. La copa de vino debe sostenerse por el tallo, y así suena mejor al brindar.

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